Descripción detallada
El Castillo de San Fernando -en realidad no es castillo sino fortaleza- fue una chapucilla que hicimos en 1808 en Alicante por si los franceses atacaban por el lado sur de la costa de la ciudad.
Menos mal que no fue así, atacaron por el lado opuesto de la ciudad, y encima se retiraron cagando leches -con perdón- a Paris porque se tenían que ir a darle caña a los rusos.
Bien, pues digo "menos mal" porque dicen los expertos que los cañones de sus baluartes nunca se dispararon porque se derrumabaría. Se hizo con demasiada prisa y con muy poco prosupuesto (un "escote" de varios alicantinos de la época).